Con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal dio inicio el ciclo de lectura en voz alta en las plazas públicas del Distrito Federal, programa lanzado a iniciativa de la Secretaria de Educación capitalina.
En la plaza Santo Domingo, lugar donde se realizó este encuentro, Eduardo Clavé, director de Publicaciones de la institución, comentó que este tipo de eventos son indispensables para la ciudadanía, porque se procura que la familia entera lea y que se acerque a los libros de manera conjunta: “por esa razón es que el programa de lectura en voz alta se hace en plazas públicas para que la gente retome la actividad de la lectura oyendo al otro o leyendo de manera privada”.
Homero Aridjis, uno de los escritores que acudió a la convocatoria, comentó que descubrió la literatura a los 10 años y su primer cuento fue El rey cuervo de los hermanos Grimm. A éste le siguió un libro de Emilio Salgari, Sandókan, y lo demás es historia, sonrió. Para él la literatura está abierta y las personas deben leer lo que les gusté: “es como el amor, depende de cada quien. Pero el mundo de la literatura es tan rico que hay libros para todos”.
Agregó que ante el desasosiego que nos inunda como país, “la violencia cotidiana, y la falta de valores la poesía puede resultar reconfortante. En momentos de desolación como los que está pasando el país, ve en la poesía valores espirituales. Al pueblo mexicano le falta espiritualidad, está demasiado inmerso en el chismerío político. Ante desmoronamiento moral tenemos que tener valores culturales. La poesía, la música, el arte o la filosofía nos ayudan mucho. Nos hace falta creer en niños, árboles mágicos y en algo que nos devuelva la fantasía. Estamos muy caídos por la violencia que alcanza a todos los sectores de la población y a todas las edades. Tenemos que rescatar al país con cultura y valores espirituales”.
El escritor Álvaro Enrigue, quien estuvo acompañado de la actriz Mónica Dione, que leyó algunas páginas de Decencia, comentó que de su primera novela La muerte de un instalador a la más reciente Decencia, casi no ha cambiado nada: “De hecho, mis frases son más largas”, dijo con una risa socarrona. “Uno siempre está escribiendo el mismo libro y en esta nueva obra hay personajes de mi primera novela. Las fijaciones son las mismas e incluso alguien me preguntó hace poco porqué en mis novelas hay tantos personajes borrachos. Yo no lo podía creer, pero eso significa para mí que me he reído de las mismas cosas durante mucho tiempo y claro en lo que se refiere a la escritura, lo que cambia es la estructura, se asienta”.
Enrigue, quien actualmente se desempeña como funcionario público en el CONACULTA, comentó que escribir en esos términos es un poco complicado. Tienes que escribir y hacer promoción de tus libros fuera del horario de trabajo, comenta, pero aún creo que la literatura nos da la oportunidad de incidir críticamente en la realidad que en mi caso es a través de la ironía y el sarcasmo.
Ante la pregunta de cuáles ha sido los autores que más han influido en su formación, Enrigue comentó que igual que muchos escritores “estoy a favor y en contra de Borges, lo mismo con respecto a José Alfredo Jiménez o a Juan Gabriel: Todo influye, no sólo los grandes autores”, apuntó.
Por último, el Secretario de Educación del D.F., Mario Delgado, quien también participó en la lectura de la obra del maestro Aridjis acompañado de Inti Muñoz, Presidente del Fideicomiso de la Ciudad de México, y Luis Urrutia de ICA, anunció la donación de más de 2 mil libros por parte de la empresa ICA a la Secretaría de Educación.
El ciclo de Lectura en voz alta de la Secretaría de Cultura y el Programa Analfabetismo cero, de la Secretaría de Educación, tendrá como segunda sede la Delegación Gustavo A. Madero el fin de semana del 5 al 7 de marzo.
Fuente: Secretaría de Educación del Distrito Federal
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