febrero 05, 2009

¡Échate un taquito!


Antes de partir al Distrito Federal hice algunos desarreglos, bueno, siempre los hago, pero esta vez me di a la tarea de hartarme de tacos de carne asada, dogos y hamburguesas al estilo Sonora. De hecho, fue en la ciudad de Hermosillo, donde me despedí con bombo y platillo de algunas comidas típicas de mi querido Estado.

Luego de visitar a mi amigo Reny en la Universidad de Sonora, nos fuimos a comer al puesto de Doña Fina, una famosa vendedora de "burros" del centro de la capital sonorense; ahí degusté a mis anchas un riquísimo burrón de carne asada, claro, en una tortilla sobaquera.

Como no quiero seguir presumiendo lo bueno que soy para comer, les contaré una anécdota que me pasó precisamente con Doña Fina, quien a mi gusto, hace los mejores tacos de Hermosillo, se los juro.

Resulta que en mis tiempos de universitario y de estudiante foráneo, me la pasaba comiendo en la calle, entre más barata estuviera la comida, mejor para mi. Con decirles que llegué a comer "dogos" de a 5 pesos, esto en las afueras del Mercado Municipal.

En esa época, me la llevaba con dos de mis mejores amigos de la carrera, Reny y Carmen, y fue precisamente estando con ellos que descubrí el puesto de doña Fina; al principio no sabíamos el nombre de la señora que nos vendía los sabrosos burros, pero Carmen, le puso el nombre de Fina, por lo humilde del lugar.

Jamás nos burlamos de ella, sino al contrario, tuvimos una racha en la que nos aventábamos hasta cuatro burros a la semana, cuando no íbamos con Doña Fina era porque arrancábamos al Kentucky.

Directo al estrellato

En séptimo semestre de la licenciatura llevé una clase llamada "Cultura y Comunicación", donde el maestro nos solicitó la producción de un video donde se mostrará algún elemento distintivo de nuestro Estado, no la pensé dos veces y junto a un amigo llamado Fernando, le apostamos a la Tortilla Sobaquera.

Ahí comenzó toda una investigación, desde la llegada de la tortilla a Sonora, la elaboración de las mismas y hasta el por qué del nombre sobaquera; para los que no saben, la tortilla que lleva ese nombre es de gran tamaño, y se le llama sobaquera porque cuando la están preparando, parece que las doñitas se la pasan por esa parte del cuerpo humano. Por algo saben saladitas, no?.

El caso es que fuimos con Doña Fina a pedirle permiso para grabar algunas tomas en su puesto y cual fue nuestra sorpresa que al preguntarle el nombre nos reveló "Me llamo Josefina y de cariño me dicen fina". ¡Plop! como Condorito.

El video fue todo un éxito en la etapa estatal ya que obtuvimos el primer lugar, lo cual nos dio derecho a representar a Sonora en una muestra de video nacional que se llevó a cabo en Guadalajara, Jalisco por allá en el 2004.

Doña Fina robó cámara y todos los asistentes pudieron conocer los famosos "burros de asada", que son todo una tradición en Sonora, principalmente en Hermosillo.

Hoy, a cuatro años de eso, me encuentro sentado frente a Doña Fina, viendo como prepara con empeño un burro de carne con chile. Ella me ve de reojo y no me reconoce. La entiendo pues en los últimos cuatro años he subido más de 20 kilos y sus famosos burritos fueron pieza clave para que mi pancita se abultara cada vez más.

Saludos

Sr. Briones