diciembre 26, 2009

Gorda Carola

Una bofetada en seco paralizó a Carolina, la "gorda carola" para quienes la conocimos durante la infancia ....

"No se dice senáforo es semáforo, que pendeja eres, amá", pronunció la frondosa Caro antes de recibir la efusiva y brusca respuesta de su progenitora. Después agachó la cabeza y siguieron caminando.

A la Carola la conozco desde el tercer año de primaria. En ese entonces estaba de moda la telenovela Carrusel, por lo que rápidamente colocamos el adjetivo "gorda" para inmortalizar el que sería su sobrenombre, hasta la fecha.

Un día, cuando comenzaba la tomadera, llegó un poco mareada a su casa, ubicada en un popular barrio al sur de Ciudad Obregón, donde aún vivo, y gracias a la suerte pudo abrir la puerta sin problema alguno. Se quitó sus Vans y como aquel tierno personaje de la película Fantasía de Disney caminó de puntitas hasta su cuarto.

Un descuido ocasionó que la Caro tumbara un pequeño jarrón que se encontraba en la sala. La obscuridad y su estado etílico hicieron más grave el cuadro y en pocos segundos se escuchó un ruido estremecedor en toda la casa.

La Carola desesperada trató barrer con los pies los restos de aquel fino adorno de origen chino que su mamá se había ganado un 10 de mayo, durante la clásica rifa de la primaria donde estudiaban mi amiga y sus hermanos. Pero falló en el intento, todo le daba vueltas y sólo logró darse algunos golpes con la orillita del sillón. ¡Maldita sea! exclamó en voz baja.

Enseguida, deslizó su mano por la pared como si fuera una brocha, tratando de encontrar el botón para encender la luz. No lo logró. Se agachó unas cinco veces hasta tocar el piso con su trasero y al último intento cayó de nalgas. Pudo sentir los restos del jarrón chino.

A como pudo se levantó y continuó buscando la luz, falló de nuevo. Ahora no veía doble, veía cuádruple. Quiso vomitar en tres ocasiones y no pudo. Se dio por vencida y como la gallinita ciega intentó llegar a su recámara.

Nuevamente dio pequeños pasos y en su mente, trataba de recordar el camino a su habitación. Rápido reconoció la pared, luego el pasillo y la puerta. Ubico la perilla y justo cuando había logrado la hazaña recibió un duro golpe en la cara. Sintió la sangre y del susto, no pudo gritar.

¡Es un ratero! gritó su madre. ¡Ya le metí un chingazo! respondió el padre.

Y no, no era un delincuente, era la gorda Carola, quien tendida en el piso se quitó la gorra que había tomado sin permiso del cuarto de su hermano y lanzó tremendo grito.

A los tres días regresó a la escuela, con un morete y el labio partido. Nos contó con lujo de detalle su anécdota, tomó su mochila y se salió de la clase, dijo iría al parque y después con sus amigos los cholos. No la veo desde hace años, la extraño y deseo verla en estos días. Es todo un personaje.

Y cada vez que veo un semáfono me acuerdo de aquel tremendo golpe que le dio su mamá y del que fui testigo gracias a la terracita que construyó mi amá en el patio.

diciembre 02, 2009

LA MAGIA DEL TEATRO MUSICAL

Por Mario Alberto Briones

El teatro es sin duda una de las Bellas Artes más apasionantes. Nos transporta a lugares y situaciones inimaginables, a través de mágicos y especiales personajes con los que muchas veces nos identificamos. Pero cuando la música, el canto y la actuación se conjugan en el escenario, este arte se transforma en un género teatral que está teniendo gran auge en México : la Comedia Musical.

Sobre este tema, el actor, productor y director de teatro, Jano Fuentes, habló en entrevista exclusiva para Veritas, sobre las características del teatro musical, sus principales exponentes, así como las aportaciones que ha hecho en pro del fortalecimiento y desarrollo del teatro en México, así como en la formación de nuevos valores.

Sentado en el salón de ensayo de su academia de formación artística Forart-In y rodeado de algunos de sus alumnos, mencionó “Para ser mejor actor, hay que ser mejor persona. Todos somos personajes, pero entre más te conoces a ti mismo, más puedes sacar de la caja de pandora. Todo eso es lo que llevas al escenario, el actor tiene que convertirse en un gran manejador de las todas las caretas del ser humano”.

El actor es un gran referente en la historia del teatro musical en México, pues lo avalan más de 15 años en este arte y más de 25 en el terreno musical. Comentó que actualmente se está dando el boom del teatro musical en la Ciudad de México y otras plazas importantes como Guadalajara, Monterrey, Veracruz y Cancún.
Cultura teatral en el país

Indicó que el teatro musical es un género que exige un gran compromiso, ya que los actores tienen que desarrollar y explotar sus aptitudes dancísticas, teatrales y por supuesto musicales. Todo esto es lo que le da vida al género y claro, es lo que gusta al público, quien cada vez se vuelve más exigente.

“En México sí existe cultura teatral, la gente quiere que los actores canten, bailen y actúen. En la ciudad hay muchas opciones de teatro musical. El problema es su precio, las producciones cuestan y la entrada a las obras no esté al alcance de toda la población”, expresó.

Actualmente en la ciudad se tiene la oportunidad de apreciar grandes obras musicales como ¡Qué Plantón! y ¡Mamma Mía!. Jano cuenta que él ha producido obras como: Barbaria, Musicales Por Siempre, Sida y luego qué, y recientemente, Chicago.

El también ganador del concurso Valores Juveniles en 1995, comenta que dentro del teatro existen dos tipos de actores, el famoso y el de trayectoria. El primero es aquel que dura un tiempo, mientras que el segundo es el que se queda en la memoria de la gente, gracias a la calidad de su trabajo.

Es así como los capitalinos tenemos la oportunidad de disfrutar de grandes actores de trayectoria en la Comedia Musical, como: Luis René Aguirre, Josué Anuar, Erika Tahaís, Jaime Rojas, así como Laura y Lolita Cortez, esta última un gran ícono del género, a decir del propio Jano Fuentes.


Apoyo del Gobierno

Las condiciones están dadas, en la capital mexicana existen una gran cantidad de recintos con las características necesarias para producir grandes espectáculos de comedia musical, pero para ello hacen falta más apoyos del Gobierno.

En este sentido, Jano Fuentes pidió más apoyo para las empresas independientes, ya que los actores y los proyectos están ahí, sólo que hace falta que el Gobierno voltee a ver a estas compañías, quienes tienen la calidad, el talento y las ganas de llevar el teatro a todo el público mexicano, sólo que el producir y montar las obras, cuesta.

El productor teatral está en las filas de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) y hace unas semanas acudió acompañado de un grupo de actores a la Cámara de Diputados a solicitar más apoyo al teatro, y pedir por la eliminación de los altos impuestos que tienen que pagar quienes se dedican a producir e impulsar en teatro en México.

Jano Fuentes invitó a los lectores a que acudan al teatro, así como a desarrollar y potencializar sus aptitudes artísticas. “El teatro te hace crecer como persona, te hace valorarte a ti mismo y a la vida”, finalizó.

septiembre 24, 2009

"Hazme Photoshop, please"

Ayer, al salir de una de las estaciones del metro y pasar por los puestos de revistas, me detuvo la portada de la revista TV Notas. Admito que me gustan los espectáculos, pero esta vez me llamó la atención que en la portada de dicha revista se encontraba Penélope Menchaca, sí, la que conduce el programa 12 Corazones y que se ha ganado el cariño y admiración de muchos caballeros por el lenguaje nada vulgar que utiliza en la transmisión dominical.

No está por demás decir que la imagen de esta chica era sensual, pero lejos de atraer al público con su escultural figura, lo hacía por lo distorsionado que lucía su cintura en relación con sus piernas, y ni qué decir su cara, algo irreal y bizarro, algo parecido al rostro del famoso Alvin, la ardilla, y todo gracias al ya no tan bendito Photoshop.

Después de analizar la imagen durante unos segundos, salí del lugar pensando en los beneficios de este tipo de programas de diseño que nos “ayudan” a mejorar nuestra imagen, aunque muchas veces el resultado diste mucho de la realidad. Lo reconozco, yo también me he hecho algunos arreglitos utilizando esas herramientas, pero estoy consciente que a final de cuentas, soy un chico con ojeras y algunas patas de gallo, para qué me hago tonto.

Es así como visualicé algunas portadas de las revistas Maxim y la ya popular H para caballeros, para la cual han posado infinidad de artistas mexicanas, incluyendo algunas que jamás me imaginé harían ese tipo de sesiones, que si bien, son artísticas, nos muestran cuerpos, proporciones, tonos de piel y hasta rostros inverosímiles que nos dejan admirados, no por la belleza sino por el trabajo de los creativos, que lejos de ayudar a las modelos, las perjudican.

Y así, el mismo ejemplo lo podemos ver en artistas, políticas y hasta figuras deportivas, como el caso de la atleta sudafricana Caster Semeya, quien luego de protagonizar un escándalo mundial por cuestiones relacionadas con su sexualidad, apareció en la portada de una famosa revista africana luciendo una imagen sensual y con rasgos para nada masculinos, nada que ver con la imagen que manejó en un principio en los medios de comunicación. Una vez más fue el bendito Photoshop, quien le dio el toque mágico a la atleta.

Lo mismo pasó con Ana Guevara durante la pasada carrera política por la Delegación Miguel Hidalgo en el Distrito Federal, todos quedaron impresionados con la imagen que la ex velocista sonorense manejó durante la campaña. Las fotografías mostraban a una Ana Guevara muy distinta a lo que nos tenía acostumbrados. Y así pasó con muchos políticos más que se quitaron bolsas de los ojos, canas y hasta lunares.

Estamos de acuerdo que vivimos en un mundo regido por la imagen, pero ¿Qué tan valido es utilizar o más bien abusar de este tipo de recursos como son los programas de retoque gráfico? Los jóvenes siguen estereotipos y aún existen problemas como la bulimia y anorexia, esto gracias a la publicidad, las modelos esqueléticas y el truco en las imágenes. Aún con tanta información al respecto, las jóvenes no desisten en su intento por parecer modelo de revista, aunque pongan en riesgo su vida.

Contra los retoques

Precisamente ayer, me tocó leer una nota en El Universal que Francia tiene planeado prohibir o por lo menos regular las fotografías retocadas que aparecen en los diversos medios de comunicación, al considerar que presentan una imagen distorsionada e irreal de la imagen del cuerpo femenino.

Esta medida radical es difundida por la diputada Valérie Voyer, que pertenece al partido conservador Union pour un Mouvement Populaire (UMP), mismo al que pertenece el Presidente Nicolás Sarkozy, con la cual se pretende combatir los estereotipos, así como las enfermedades relacionadas con la mala nutrición entre las mujeres francesas.

Así que no debemos impresionarnos cuando debajo de cada fotografía aparezca la leyenda “Esta es una imagen retocada para modificar la apariencia física de una persona", misma que la citada diputada pretende imponer en un futuro. Lo curioso es que cuenta con el apoyo de la mayoría de la Asamblea Legislativa de aquel país europeo.

Me pregunto qué pasaría si en México se impulsara este medida. ¿A qué se dedicaría Niurka, Ninel Conde y otras artistas más? El retoque y los nuevos programas de diseño han beneficiado a más de uno en el polémico mundo del espectáculo, donde el buen cuerpo, la linda cara y las influencias, pasan por encima del talento.

Por lo pronto, Francia ya se puso las pilas con esa frase, la cual estoy seguro levantara ámpula en todo el mundo y nos pondrá a pensar en el beneficio real del cada vez más socorrido Photoshop; el cual sirve como escudo y consuelo para muchos que desafortunadamente no somos tan agraciados.

¿Qué opinan?

septiembre 07, 2009

¡Qué creen!

¿Quién no le teme a los payasos? Creo que uno de los antecedentes más traumáticos del miedo a los payasos lo tenemos con el famoso personaje llamado Eso, quien fue la causa de que más de uno de nosotros no pudiera dormir tranquilo durante la infancia.

Pero bueno, esta entrada no tiene que ver precisamente con el miedo a estos simpáticos personajes circenses, sino al negocio que han encontrado los delincuentes en el gran oficio de hacer reir a la gente.

Hace algunos meses, fuimos testigos de una noticia que dio la vuelta al país, cuando un grupo de delincuentes disfrazados de payasos asaltaron a mano armada una joyería de Guadalajara, llevándose un botín de más de medio millón de pesos.

Y hace unas cuantas semanas, una compañera de trabajo me contó la siguiente historia, a la cual he titulado ¡Qué creen!.

Mi amiga, a la que llamaremos Lucía, abordó un microbús en una de las avenidas más transitadas y concurridas de Santa Fé, aquí en la Ciudad de México. Su destino: la Universidad.

Como ya eran pasadas las seis de la tarde, algunos de los pasajeros iban dormidos, otros más, reflejaban el cansancio de largas horas de trabajo y tedioso traslado a sus respectivos centros laborales. Lucía, luego de subirse y sentarse en las últimas filas de aquel viejo transporte, optó por hojear un libro, para no aburrirse durante el trayecto.

Apenas había encontrado su última hoja leída cuando subieron dos jóvenes vestidos de payasos, a quienes pocos le prestaron atención.

-¡Atención, Atención, a continuación les traemos un gran show que los divertirá de principio a fin. Esperamos sea de su agrado y puedan apoyarnos con alguna moneda!, exclamó uno de los payasos.

El llamado no tuvo éxito entre los asistentes, por lo que una vez más el chico hizo un llamado a los presentes.

-¡A ver, a ver, aquí mi compañero los deleitará con una canción de Cristian Castro!-gritó nuevamente el chavo, pero nuevamente no obtuvo una respuesta satisfactoria.

-Bueno, como vemos que se nos vienen durmiendo, vamos a hacer un juego, cuando yo pregunte ¿Qué creen?, todos ustedes me responderán con un fuerte ¡Qué!, esto lo haremos tres veces ¿ok?-gritó por tercera ocasión el payasito.

Esta vez, la gente volteó a ver a los cómicos, con lo que se rompió el hielo y dio comienzo lo que parecía sería un entretenido juego.

-¿Qué creen?- Exclamaron los payasos.

-¡Quéeeee!-respondió eufórica la gente.

-¿Qué creen?-siguó el juego.

-¡Qué!- expresaron los pasajeros con gran emoción. Hasta el conductor participó en esta ovación.

-Qué creen?-gritaron por tercera ocasión los payasos.

Enseguida un fuerte ¡Quéeeeeeeee! estremeció el camión, ya que en ese momento, todos los pasajeros se encontraban interactuando con los cómicos. Cuando uno de ellos le dio respuesta a la pregunta masiva.

-¡Que ya valieron madre porque esto es un asalto- gritó a todo pulmón el delincuente, al momento que sacó de entre su ropa una pistola, con la cual amagó a los pasajeros y los despojó de sus pertenencias.

Lucía se quedó sin dinero y sin celular. Llegó a su casa y la primer reacción de sus familiares fue una sonora carcajada. Posteriormente, fue a levantar su denuncia y también obtuvo la misma respuesta por parte de las autoridades. Todo mundo se rió, pero nadie se percató de la magnitud del asunto.

Los asaltos a mano armada siguen en la ciudad, pero ahora, a parte de hacerse pasar por personas invidentes, los amantes de lo ajeno están optando por otras vías delictivas, como disfrazarse de inocentes personajes para ganarse la confianza de la gente y seguir robando.

Es impresionante la cantidad de robos que se comenten aquí en la capital mexicana, antes vivía con miedo, pero ahora lo veo a todas horas en cualquier parte, sea de día o de noche.

No queda de otra más que andar con precaución y desconfiar hasta de nuestra propia sombra. Y la próxima vez que vean un payaso en el transporte público, no se claven mucho con el repertorio, porque eso de pasar de la risa al llanto en un sólo segundo, está canijo.

Uno nunca sabe.

Saludos

agosto 21, 2009

Si yo fuera ladrón ....


Desde que vivo en la Ciudad de México he tenido la oportunidad de analizar algunos fenómenos sociales que siempre me han llamado la atención, en especial lo relacionado a la práctica de pedir dinero en la calle, en los camiones o bien, en el famoso Metro. Aquí también incluyo cuando nos piden y quitan las monedas a la fuerza, es decir, cuando nos atracan.

Desde hace años tengo presente la imagen de una niña de aproximadamente seis años que se subió a un camión acompañada de otro un pequeño, al parecer su hermano; ambos portaban uniforme escolar y mochila. Después de abordar el transporte, los infantes se dirigieron al final del mismo y la pequeña comenzó a cantar aquella famosa canción del Chapo de Sinaloa que dice así:

"Si yo fuera ladrón, me robaría tus besos, me robaría tus caricias, me robaría tu cuerpo ..." La niña tenía una voz impresionante y en cada sonido que emitía nos enchinaba la piel por el sentimiento que le imprimía a la popular melodía. Después de escucharla, me quedé pensando en el futuro de esa criatura, quien seguramente formaba parte de una de las tantas redes de explotación infantil que hay en el país. Hasta dudé que eso del uniforme y la mochila fuera cierto, lo más probable es que esa pequeña no conozca siquiera un aula de clases.

De igual forma, en un viaje que hice a Guadalajara acompañado de una de mis mejores amigas, nos encontramos cerca del Teatro Degollado a una quejumbrosa señora que nos pedía una ayuda, ya que supuestamente la habían corrido a ella y a su hija de una casa de huéspedes, por lo que no tenían dinero para comer ni para pagar un cuarto de hotel para pagar la noche.

Mientras yo me conmovía cada vez más con la historia de novela que me contaba aquella dramática mujer, mi amiga observaba detenidamente cada gesto y movimiento de la señora. Inmediatamente me jaló y me preguntó: ¿Ya checaste la dentudura de la señora? La tiene mejor que nosotros, para mi que es puro choro". Al ver a la señora, quien tenía la cara del inolvidable gato con botas de Shrek, pude percibir que su hija (quien había pasado todo el tiempo escondida detrás de su madre) estaba conteniendo la risa. En ese momento comprendí que en efecto, aquella señora era de las tantas personas vividoras que andan en la calle timando y engañando a todo despistado.
Tácticas chilangas


Hace seis meses, cuando llegué al D.F. noté que en los vagones del metro andaban muchas personas invidentes pidiendo dinero, valiéndose sólo de un pequeño bastón y en ocasiones de otro buen amigo que les echaba la mano. A los días, en una de las estaciones, observé a dos chavos con lentes obscuros y con un bastón cada uno, jugando carreras en las escaleras eléctricas de la estación. Casualmente coincidimos en el mismo vagón y me di cuenta que se hacían pasar por ciegos para pedir dinero a los pasajeros. Obvio, muy pocos caían en la mentira, eran muy obvios en su forma de caminar y usar el bastón.


Ayer, descubrí que tienen otra modalidad, ahora cantan canciones religiosas, claro que las más llegadoras, esas que nos dejaban al borde de la lágrima en las misas como la del Pescador, hasta las más populares como la Guadalupana y el granito de mostaza. Hasta salí cantando melodías religiosas. Pero bueno, lo rescatable de aquí es que este sector se va renovando y utiliza la mercadotecnia para abarcar nuevos mercados, aunque igual, nadie les dio nada.


También me ha tocado ver chavos que llegan con una bolsa de vidrios, los colocan en el pasillo y se acuestan en ellos para mostrarle a la gente lo valientes que son; claro, muestran su espalda totalmente cicatrizada, aunque algunos enseñan heridas tan recientes que es casi imposible seguir observando su actuación. Nuevamente la gente se muestra apática.


No falta aquella señora o señor de edad avanzada que sube al metro y te exige que le compres el producto que trae. En una de las estaciones del metro hay una señora que cada que paso me grita que le compre cigarros, una vez le compré porque me llamó la atención su forma de atraer la clientela, casi les pega. Pero eso, lejos de hacer enojar a la gente causa más expectativa y hasta arranca una que otra sonrisa.

Pero bueno, el otro lado de la moneda es que en realidad hay personas que se ven en la necesidad de pedir dinero en la calle; me ha tocado ver señoras que piden hasta un boleto para viajar en Metro, uno lo nota en sus rostros en su misma mirada. Luego descubrimos si es una persona vividora o bien, tiene realmene la necesidad de pedir.

En cada uno de nosotros está el dar o no ... no sabemos cuando podemos vernos en la situación de pedir, la vida da muchas vueltas, pero si bien es cierto, hay mucha gente aprovechada, floja y con edad productiva que ve en esa actividad una manera fácil ý cómoda de pedir dinero.

Saludos

Sr. Briones

julio 02, 2009

Anita y sus "expertos"


Se acercan las elecciones y no podía dejar de comentar un tema que me trae inquieto, y es precisamente relacionado con las votaciones para elegir a nuestros representantes en la Cámara de Diputados, Gobernadores en algunos Estados y jefes delegacionales en el Distrito Federal, el próximo 5 de julio.

Resulta que a mi llegada a la Ciudad de México hace unos meses, me entero que mi coterránea, Ana Gabriela Guevara, famosa por su exitosa carrera como atleta, había sido elegida para contender por la delegación Miguel Hidalgo, una de las más importantes de la capital mexicana, ya que en ella se encuentran grandes corporativos y zonas de gran plusvalía, modernidad y desarrollo.

No hablaré mucho sobre la cuestión política, pero me llamó la atención que en su propaganda utilizó el slogan "Con Ana y sus expertos, ganas", lo cual hizo que se me viniera a la mente la frase "ésta se pone el huarache antes de espinarse", ya que la primer pregunta que salta a la vista al ver a la atleta sonorense como candidata a jefa delegacional es ¿ qué hace la Guevara en la política?

Recordemos que después de sus triunfos en el las Olimpiadas de Atenas 2004, el Mundial de Atletismo en el 2003 y en los Juegos Panamericanos de esas mismas fechas; el 2008 saltó nuevamente a la fama pero ahora por acusar al titular de la Federación Mexicana de Atletismo, Mariano Lara, de desvío de fondos y corrupción; después la vimos como titular del Instituto del Deporte del Distrito Federal.

Ana Guevara ha desatado mucha polémica en esta etapa electoral y no precisamente por sus dotes políticos, sino por la impresionante transformación que mostró en sus fotos oficiales de campaña; lo cual nos hizo gritar casi al unísono: "¡bendito Photoshop!".

Después, estuvo en el ojo del huracán por la frase que les comenté, ya que al nombrar en todo momento a sus "expertos", deja al descubierto su poca experiencia en el ámbito político, que se refuerza aún más al escucharla en sus entrevistas.

Pero bueno, Anita no la tiene fácil en la Miguel Hidalgo, y aunque la he criticado mucho, en el fondo quiero que gane, pues los sonorenses nos distinguimos por hacerla en grande en todos los ámbitos, aunque en la política, dejamos mucho que desear... ¿Verdad, Bours?

Suerte para mi Anita y sus ya famosos expertos ....

Sr Briones

marzo 31, 2009

Otra película de hueva ...


Siempre he sido fiel admirador, o más bien, promotor del cine nacional. Aunque siempre que voy a ver alguna película, checo primero las críticas para saber cual es la opinión de los expertos acerca de los nuevos lanzamientos cinematográficos, pero tratándose del cine nacional me brinco este procedimiento y sin dudarlo, compro mi boleto.

Desde que cambié mi residencia a la Ciudad de México, he dejado de acudir regularmente al cine y cuando lo hago es porque en realidad me atrae la película, las últimas tres cintas que vi fueron "La Duda", "Quisiera ser Millonario" y la de "Otra Película de Huevos y un pollo".

Sobre esta última es la que quiero comentar. Para mi no fue nada extraño que siendo lunes, en la función de las 9:40 p.m. sólo estuviésemos tres personas en la sala, claro, cada quien en puntos separados, aunque al final creo que hubo un ligue, según lo que escuché, y no fue precisamente una plática, pero en fin, esa es otra historia.

El caso es que lo que me llamó mucho la atención es que durante la primera parte de la película las risas y carcajadas que nos prometieron al comprar nuestro boleto fueron casi nulas, en ese momento entendí el por qué del desganado "que disfrutes la función" que forzosamente me obsequió la encarga de recoger los boletos.

Aún así, entré cargado de un "combo clásico", que para los que no conocen, es así como un paquete para los solterones o abandonados que acudimos solos a algún Cinépolis, el cual consiste en un refresco, unas palomitas y un escueto dogo, el cual te tienes que preparar tu mismo con escazos ingrendientes. Pero bueno, nuevamente me desvié del tema.

Por lo regular trato de no desviarme mucho de los temas que escribo, pero me estoy guardando mi opinión para lo último, ya que sobre esta película animada no hay mucho que contar, ya que la primera parte fue aburridísima, con chistes ya muy contados y predecibles, y nuevamente abusando del albúr al nombrar la palabra "huevo".

Casi me convierto en aquel inolvidable personaje de la película "El Exorcista" de tanto torcer los ojos y mover la cabeza, al ver una vergüenza nacional que lo que es peor, fue anuncida con bombo y platillo y que aún sigue en cartelera, aún cuando no logra llenar salas y mucho menos, logra su cometido, entretener.
¿Y la creatividad?

Recuerdo que cuando estudiaba la universidad y acudía a algún café internet a realizar mis tareas, me llamaba la atención que en algunas computadoras se aglomeraban varios jóvenes para ver las graciosadas de unos personajes en forma de huevos; aún recuerdo aquel famoso "Brandy huevotototeeee"

En aquel momento fue la novedad y pues, que alguien hiciera alusiones léperas con la palabra "huevo" rompía todo tabú y sacaba sonoras carcajadas de nuestro interior; pero en estos tiempos, esa fórmula está más qué gastada y cae en lo aburrido.

Aunque la primera entrega de esta película de animación, producida por Huevocartoon producciones, arrasó con los premios Ariel y la Diosa de Plata a lo mejor del cine nacional; esta segunda se queda corta al presentarnos una historia aburrida sobre un pollo que es secuestrado por un huevo maligno y es llevado al desierto, a lo cual un grupo de huevos, acompañados de un tocino, acuden a su rescate.

Antes de lanzar la película, los directores Rodolfo y Gabriel Riva Palacio comentaron que la segunda parte doblaría en presupuesto a su antecesora, pero la calidad de la producción fue casi la misma.

De flojera la participación de Darío T. Pie, quien le dio vida al huevo maligno, lo más rescatable el trabajo de la señora Lucila Mariscal, en el papel de la Hueva Lencha, quien aunque no comentó nada sobre su "moñoñongo", me hacía raíz cada que lanzaba su famoso "papuchooo".

En sí, es una película que tenemos que ver simplemente por solidaridad con el cine nacional, pero al final, nos deja pensando si la creatividad de los cineastas mexicanos está inmerso en un profundo bache.

Desgraciadamente, son pocos los proyectos cinematográficos de calidad que produce nuestro país, yo sigo esperando algo como "La Ley de Hérodes", "Así del Precipicio", "De sexo, amor y otras perversiones", o bien, la controversial "Batalla en el Cielo".

Pero me tengo que conformar con la pena ajena que causaron en mi proyectos fallidos como "KM 31", la nueva versión de "Hasta el viento tiene miedo", o la muy vergonzosa ópera prima de Gael García Bernal "Déficit".

Pero bueno, la película de huevos me hizo reflexionar y darme cuenta de algo: que en estos tiempos de crisis hay que cuidar bien nuestro dinero y no tirarlo a la basura en producciones que no valen la pena y que lejos de subir los ánimos dándonos un momento de diversión, nos dan cuenta de la realidad de nuestro cine: estancamiento profundo y cero creatividad.

Saludos

Sr. Briones



febrero 05, 2009

¡Échate un taquito!


Antes de partir al Distrito Federal hice algunos desarreglos, bueno, siempre los hago, pero esta vez me di a la tarea de hartarme de tacos de carne asada, dogos y hamburguesas al estilo Sonora. De hecho, fue en la ciudad de Hermosillo, donde me despedí con bombo y platillo de algunas comidas típicas de mi querido Estado.

Luego de visitar a mi amigo Reny en la Universidad de Sonora, nos fuimos a comer al puesto de Doña Fina, una famosa vendedora de "burros" del centro de la capital sonorense; ahí degusté a mis anchas un riquísimo burrón de carne asada, claro, en una tortilla sobaquera.

Como no quiero seguir presumiendo lo bueno que soy para comer, les contaré una anécdota que me pasó precisamente con Doña Fina, quien a mi gusto, hace los mejores tacos de Hermosillo, se los juro.

Resulta que en mis tiempos de universitario y de estudiante foráneo, me la pasaba comiendo en la calle, entre más barata estuviera la comida, mejor para mi. Con decirles que llegué a comer "dogos" de a 5 pesos, esto en las afueras del Mercado Municipal.

En esa época, me la llevaba con dos de mis mejores amigos de la carrera, Reny y Carmen, y fue precisamente estando con ellos que descubrí el puesto de doña Fina; al principio no sabíamos el nombre de la señora que nos vendía los sabrosos burros, pero Carmen, le puso el nombre de Fina, por lo humilde del lugar.

Jamás nos burlamos de ella, sino al contrario, tuvimos una racha en la que nos aventábamos hasta cuatro burros a la semana, cuando no íbamos con Doña Fina era porque arrancábamos al Kentucky.

Directo al estrellato

En séptimo semestre de la licenciatura llevé una clase llamada "Cultura y Comunicación", donde el maestro nos solicitó la producción de un video donde se mostrará algún elemento distintivo de nuestro Estado, no la pensé dos veces y junto a un amigo llamado Fernando, le apostamos a la Tortilla Sobaquera.

Ahí comenzó toda una investigación, desde la llegada de la tortilla a Sonora, la elaboración de las mismas y hasta el por qué del nombre sobaquera; para los que no saben, la tortilla que lleva ese nombre es de gran tamaño, y se le llama sobaquera porque cuando la están preparando, parece que las doñitas se la pasan por esa parte del cuerpo humano. Por algo saben saladitas, no?.

El caso es que fuimos con Doña Fina a pedirle permiso para grabar algunas tomas en su puesto y cual fue nuestra sorpresa que al preguntarle el nombre nos reveló "Me llamo Josefina y de cariño me dicen fina". ¡Plop! como Condorito.

El video fue todo un éxito en la etapa estatal ya que obtuvimos el primer lugar, lo cual nos dio derecho a representar a Sonora en una muestra de video nacional que se llevó a cabo en Guadalajara, Jalisco por allá en el 2004.

Doña Fina robó cámara y todos los asistentes pudieron conocer los famosos "burros de asada", que son todo una tradición en Sonora, principalmente en Hermosillo.

Hoy, a cuatro años de eso, me encuentro sentado frente a Doña Fina, viendo como prepara con empeño un burro de carne con chile. Ella me ve de reojo y no me reconoce. La entiendo pues en los últimos cuatro años he subido más de 20 kilos y sus famosos burritos fueron pieza clave para que mi pancita se abultara cada vez más.

Saludos

Sr. Briones

enero 24, 2009

Plaza Álvaro Obregón "Al Desnudo"

Un amigo del Estado de México me preguntaba sobre los lugares turísticos de Ciudad Obregón. Como todo buen cajemense, me desviví platicándole sobre la Laguna del Náinari, la Presa "El Oviáchic" y entre otras cosas más, la Plaza Álvaro Obregón.

Para hacer más gráfico el asunto, me metí al famoso portal de videos Youtube tratando de encontrar imágenes que mostraran lo bello de esta ciudad, sobre todo de los tres lugares que mencioné arriba.

Y cuál fue mi sorpresa que al buscar la Plaza Álvaro Obregón me aparece este video donde se puede ver a una mujer dándose tranquilamente un baño en la fuente del lugar, ante la mirada atónita de niños, adultos y hasta policías.

La persona que aparece en el video, un personaje muy famoso en la ciudad; siempre busca la oportunidad para mostrarse como "Dios la trajo al mundo" y creánme, no tiene empacho en mostrarse tal cual es. Total, la policía la deja ser con el simple argumento de "está loca, no sabe lo que hace".

Lo increíble es que este video tiene más de 12 mil visitas y fue producido por unos chavitos que grabaron a la mujer por más de media hora y redujeron la grabación a poco más de tres minutos.

Los dejo con el espectáculo y si pueden, checan la plaza, que al fin de cuentas, es uno de los íconos más bellos de Ciudad Obregón.

enero 18, 2009

La sorpresa de Marley ...

Lo admito, fuí al cine decidido a ver la película Australia. Después de pensarla unos días, un amigo y yo acordamos aventarnos las casi tres horas que dura la cinta en el único Cinépolis que hay en la ciudad. Pero cuál fue nuestra sorpresa al ver que los horarios del cine habían cambiado y sólo teníamos dos opciones: "Marley y yo" y otra más que la verdad no recuerdo el nombre, pero era tipo Scary Movie.

El caso es que optamos por la de "Marley y yo", estelarizada por Jennifer Aniston y Owen Wilson y dirigida por David Frankel, el mismo que realizó una de mis películas favoritas "El Diablo Viste a la Moda".

Al principio me negaba a ver la película, ya que el póster de la misma mostraba a un adorable cachorrito con una mirada tan tierna que la verdad me empalagó. Rápido me imaginé la historia de un perro desmadroso que habla o bien, una historia meramente infantil que terminaría por aburrirme o en su caso, adelantarme el sueño.

Pero no, la película superó mis expectativas y lo confieso, me hizo llorar ....

La película se basa en el bestseller de John Grogan, un conocido periodista de Estados Unidos que alcanzó fama con sus entretenidas columnas que mezclaban información de actualidad con las peripecias de su perro Marley, un animalito muy hiperactivo que llegó a ocupar un lugar muy importante en la vida y familia del reportero americano.

El trabajo de Aniston y Wilson es de admirarse en la pantalla y la verdad, aunque del segundo conocía sólo sus dotes cómicos, me impresionó la calidad interpretativa que mostró en los capítulos finales del filme, donde según palabras del director, hizo llorar hasta a los camarógrafos.

La presencia de Marley en la película es de suma importancia, de ahí de que el título de la película tenga su nombre, ya que las historias personales y profesionales de los protagonistas giran en torno a la figura de este singular can, quien los hace reflexionar sobre el valor de la vida y el amor a lo que uno hace.

La película te recuerda que el precio del éxito profesional es caro y muchas veces, aún teniendo lo que siempre soñamos, la infelicidad llega a nuestras vidas. Ahí es cuando nos detenemos a analizar nuestra leyenda personal y le damos el valor que se merecen aquellas personas que siempre han estado con nosotros aún en la adversidad.

Sin duda, "Marley y yo" es una película digna de ir a verla al cine, no por nada fue la más taquillera en Estados Unidos durante el invierno y lo sigue siendo en las salas de México, a donde llegó hace unos cuantos días.
Se las recomiendo ampliamente .....